PÓrtico


Por Ileana Mulet

Una minúscula mancha en las ropas sudorosas, inminente escozor en las neuronas debajo de la piel cálida por el verano insoportable, risa y llanto, lirismo y dolor. La brújula con la mira en un soporte, dibujando corazones rotos, la poesía dispara flores que caen a un estanque con filtraciones hasta las piedras mohínas.
El humo gris escurre por calles de otras urbes, en la ciudad de La Habana donde las utopías retratan la naturaleza indispensable del ser humano, más cercano a sus mascotas, a las leyes, a las normas en desuso. Totíes, palomas, libando las mieles, ilesos ante la contaminación atmosférica. Somos una plaza sitiada, pero bailamos con el muñeco la danza-rumba de las islas tropicales.
Contemplar el amor en mi mirada asustada y firme, pintar un cuadro gris junto a uno enrojecido, poniendo de vecinos una hoja junto a un pincel. Debajo del asfalto de la ciudad añeja, cólera y vida.
La ciudad transpira agua turbia emanada de tubos y rocas.

Ileana Mulet